Los demás barquitos que aparecen apostados allí en La Guaira, son solo cargueros, goletas y balandros para el tráfico marítimo convencional de un puerto como ese, en aquella época.
Las verdaderas unidades de la "Gran Flota Blanca" norteamericana, son los navíos mas grandes que aparecen en la imagen. Las dos unidades de dos chimeneas a la izquierda; el de dos chimeneas, uno de una chimenea y otro de tres chimeneas en el centro, al fondo de la imagen; y el de tres chimeneas al extremo derecho. Esos 7 navíos aunque son una fuerza considerable, no eran ni la mitad de la flota norteamericana del Atlántico, en aquella época.
Varios de los navíos que aparecen allí en la imagen, habían sido veteranos de la Guerra España-Estados Unidos, que apenas había ocurrido unos 6 años atrás nada más. Los alemanes y los británicos habían incursionado hacia 1902 y 1903 en las costas Venezolanas para ejercer el bloqueo para obligar al gobierno a pagar viejas deudas. Esta imagen muestra a la Gran Flota Blanca en la Guaira en 1905.
Aquí puedes ver una imagen close-up del USS Brooklyn y al fondo su hermano, el USS New York, que son las mismas dos unidades de tres chimeneas que aparecen en la imagen de La Guaira. Eran considerados en su época como Cruceros Armados, lo que hoy definiríamos como Acorazados.
Podemos apreciar entonces lo que debió ser la aparición de estos mastodontes frente a los puertos latinoamericanos en aquella época. Observando las instalaciones de La Guaira, y si comprendemos que era uno de los mejores, mas grandes y concurridos puertos de Latinoamérica en aquellos tiempos, concluimos que aun así, no tenían ninguna opción de sobrevivir frente a las amenazas armadas de las flotas, que apuntando sus piezas contra las desprotegidas instalaciones portuarias, coaccionaba mediante la Diplomacia de las Cañoneras, a los puertos y naciones de la región.
En realidad, los norteamericanos no estaban ejerciendo en ese momento sobre Venezuela la Diplomacia de las Cañoneras como tal, porque lo que estaban haciendo era una gira alrededor del mundo, y la recalada en La Guaira había sido una de las escalas. De cualquier manera, la visita se había aprovechado para "flexionar los músculos" y demostrarle no solo a Venezuela, si no también a Alemania y a Inglaterra, que esa era su zona geográfica de influencia y que ya no se les iba a permitir incursionar contra los puertos latinoamericanos, de la manera que lo habían venido haciendo por tanto tiempo.
Eduardo ¿no te parece que La Guaira era toda una belleza en aquella época, verdad? Su maleconcito con todos esos balandros, el pequeño tren, las construcciones de arquitectura tropical Americana, los bellos edificios y almacenes, su incipiente muelle y el limpio mar, son una verdadera imagen para la nostalgia.
